miércoles, 21 de enero de 2015

La extraña historia del sótano oscuro...



Si, he vueltoooooo. Y mas misterioso que nunca! Hoy las guirnaldas las guarde en el  bolsillo, y el bonete se lo metió tu hermana en el…     bolsito con el que sale a bailar.




Me pidieron a gritos muchos textos porque hice el amague de volver hace un tiempo, pero por cuestiones laborales no pude dar rienda suelta a las boludeces textuales. Igualmente acá estoy, no lloren mas.




Saquen un pañuelo, séquense las lagrimas, suénense los mocos y pásenselo entero por la cara. Dicen que hace bien a la circulación…






En fin, vamos a lo que nos compete dijo Flor Peña (chiste viejo pero que tuve que cambiar la protagonista por problemas legales. Wandita N. ya te voy a encontrar)





Supongamos que tenemos un sótano (gigante) algo así como un hangar donde guardan aviones pero en el que viven cientos de personas.

Luces tenues, muy tenues con las que no se puede ver demasiado. Sumado a esto, una gran pantalla de television que transmite las 24 hs una programación de diferentes espacios de entretenimiento e información variada (léase información como horario, que día es, y cual es la hora de dormir).



Toda la gente vivía hipnotizada por el Gran Televisor y no tenían otro interés mas que saber todo lo que pasaba ahí. 




Pensaban que era una gran película donde le mostraban cosas que nunca iban a tener, porque justamente tenían en claro que era ficción.


Ninguna otra preocupación, ningún otro sueño…



Y acá comienza la historia…



Entre los cientos de personas había un grupo de amigos que por las noches no les gustaba dormir y como el televisor no transmitía mas que el horario en ese momento tenían que buscar algo para hacer. 

Eran varios… 

Algunos juntaron telas que encontraron por el lugar y crearon ropa de acuerdo a su gusto, con las telas que sobraron hicieron pelotas para jugar al deporte que pasaban por la gran televisión.

Otros encontraron herramientas e intentaban crear maquinitas para divertirse. Otros encontraron unos tarros y los volvieron tambores. Y los últimos encontraron líquidos y otras cosas a las que convirtieron en bebidas y otras sustancias.





Pero había uno del grupo de amigos, pongámosle “Aristocles”, que le gustaba estar con todos, pero no le gustaba hacer muchas cosas, por eso aprendía de todo lo que decían ellos. Ellos que tenían ganas de inventar cosas nunca vistas en el sótano, y como era el que menos dormía por las noches, escuchaba y aprendía de los otros. 


Muchas veces se gano los reproches de sus amigos porque no terminaba nunca de decidirse por algo, estaba un rato acá y otro allá, y tampoco hacia demasiado. Sin embargo, el disfrutaba cada uno de los momentos con ellos.



Había usado la ropa que habían inventado, había jugado a la pelota y estuvo divirtiéndose con las maquinitas. Pero lo que mas le gustaba era usar el tambor y emitir sonidos con la boca, que entre el grupo de amigos lo habían nombrado “cantar”. Esa era lo que lo apasionaba, sin dejar de lado una de las sustancias que habían inventado. Un liquido oscuro de sabor amargo que tanto gusto le provocaba al beberlo.


Pero eso no lo llenaba, compartía cosas con sus amigos y se divertía junto a ellos y sus invenciones. Aunque en su mente faltaba algo, sabia que había algo mas.



Por las noches cuando no había compañía alguna, le encantaba sentarse a pensar y beberse unos cuantos tragos largos de ese oscuro elixir tan rico.



Y eran horas de pensar y pensar… 


Quien sabe en que, porque ni el mismo sabia. Su única certeza es que había algo mas…




Y así fueron pasando los días. La gente común solo hablaba de lo que pasaba en la Gran Televisión… Que Guido Suller se peleo con Jacobo, que Rial se separo de Loly, de que día es hoy y que hora es…


Seguían hipnotizados.


En cambio, el grupo de amigos había logrado casi dejar de lado la Gran Televisión… pero seguían siendo parte del Gran Sótano.





Los de la ropa, competían para ver quien tenia la mejor tela y la mayor cantidad, los que jugaban con la pelota competían a ver quien era el mejor haciendo jugaditas. Los de las maquinitas competían para ver quien era el mejor jugando.
Los que tocaban el tambor tenían grandes ideas y cantaban cosas que hacían reflexionar mas y mas a Aristocles, el los admiraba porque podían expresarse cantando.
Mientras que los inventores de las sustancias, también descubrieron que había algo mas, pero su necesidad de consumir esas sustancias los habían estancando y ya no tenían ganas de descubrir que era.


En una de las tantas noches solitarias y desveladas, Aristocles junto a su fiel compañía el elixir, diviso lo que seria aquello que tanto buscaba...





Por horas se quedo mirando la puerta del sótano, nadie en la historia había tratado de abrirla. Se corría el rumor de que aquel que tocara el picaporte estaría condenado al castigo eterno, y que atrás de la puerta había fuego, demasiado fuego como para quemar a una persona en un segundo.



Por meses Aristocles estuvo con esa idea en la cabeza de tratar de abrir la puerta del Gran Sótano, pero nunca dijo ni una palabra a sus amigos. No quería que fueran a ser castigados por su culpa.



Mientras tantos todo seguía igual, cada vez la gente del Gran Sótano seguía mas enojada y se vivían peleando por todo. Y a la par, Aristocles seguía carburando con su idea de tratar de pasar la puerta.







Hastaque en una de sus tantas noches, mientras todos dormían, y firme con su elixir; clavo su mirada en el objetivo. Acompañado por el coraje que le había dado la mas de media botella que se habia tomado, se encamino para la puerta y con la mente en blanco giro el picaporte…




(Suspenso)






(Suspenso doble)






(Mas suspenso y ocultismo)






Estaba abierta!!!   Y todavía no sentía el castigo en su piel, así que camino aproximadamente dos cuadras por un túnel en subida.



Ya un poco cansado, diviso algo de luz en el oscuro y frío final del túnel…


El rumor era verdad, había fuego... pero eso no le impediría llegar hasta el final. Tomo carrera y empezó a correr como nunca lo hizo en su vida. Atravesó el fuego con tanta velocidad que ni siquiera lo sintió, y así siguió corriendo sin parar porque había visto una salida al final del túnel.


Al llegar a esa salida (o entrada depende de donde se mire), logro ver aquello que en sus sueños tanto buscaba y no sabia que era.

Le ardían los ojos por la luz solar y sus piernas estaban cansadas, pero eso no fue motivo para detenerlo. Recorrió todo el lugar y vio lo hermosa que era la vida afuera del sótano. Animales, flores, grandes ríos y cuanta belleza formaba parte de esta precioso paisaje



Lleno de alegría y curioso por seguir descubriendo cosas encontró el lugar desde donde transmitían la programación del Gran Televisor. Era todo mentira, nada de eso pasaba en la realidad, tan solo estaba hecho para mantener alejada a la gente del sótano de este paraíso.



Así que anonadado por esta maravilla, y al darse cuenta de la gran mentira en la que estaban viviendo, decidió volver para alertar a sus amigos y a la otra gente que vivía en el sótano.


Emprendió el regreso y cuando entro por la puerta del sótano, pareció como que nada hubiera pasado. Nadie ni siquiera se volteo para mirar al pobre Aristocles, que estaba maravillado y a la vez tan decepcionado por lo que les estaban haciendo... Privarlos de tan inmensa creación divina.




Así que primero fue a donde estaban sus amigos y les contó… Lo miraban sorprendidos y lleno de dudas, pero no creyeron que hubiese podido atravesar el fuego. Además estaban muy ocupados en sus cosas así que lo tomaron como una historia mas de las tantas que contaba Aristocles.


Por eso decidió dárselo a conocer a la demás gente... Se puso adelante del Gran Televisor y empezó a contar su travesía.


Todos lo miraban con atención, hasta que un grupo de personas se enojo porque no dejaba escuchar la pelea mediática de Silvia Suller con Moria Casan. Ahí todo se descontrolo, la totalidad de los habitantes del Gran Sótano comenzó a abuchearlo, escupirlo y tratarlo de loco.




Aristocles no se daba por vencido y seguía gritando su verdad… La Verdad!



Sin darse cuenta que la gente se acercaba hacia el. Lo agarraron entre todos y lo llevaron alzado.




Como castigo por tal mentira lo ataron a una silla de pies y manos, bien de frente al Gran Televisor para que pasara el resto de sus días ahí.


 Mirando lo que mas odiaba… La Mentira!




Nunca mas se toco el tema y todos siguieron con su vida.


El, y solo el en ese lugar sabia la verdad, pero ahora se había convertido en el loco del Gran Sótano. 






Solo y olvidado frente al Gran Televisor… como todas las personas de ahi.











Esto no crean que es un invento mío ni nada por el estilo, es solo una simple adaptación de la “Alegoría de las cavernas” de Platón. El fue un genio, un filosofo griego que escribió sobre epistemología, ética, antropología filosófica, metafísica, filosofía de la educación, entre tantas otras cosas. Murió aproximadamente a los 81 años, haciendo lo que le gustaba… Enseñar y escribir. 
Entre todas estas cosas se encuentra la “Alegoría de la caverna”. 

Una alegoría trata de dar explicación a algo que no es fácil de explicar. El que las escribe trata de hacer el mayor esfuerzo para que toda la gente pueda entenderla.




Pero los dejo de aburrir con tanta historia y vamos a lo que vinimos, tratemos de abrir los ojos y ver todo lo que nos rodea. Que no nos cuenten lo que es la realidad y si dudamos de algo, investiguemos. Tratemos de llegar a ese paraíso que encontró Aristocles y que no nos importe el que dirán.









 “Sabio (misionero) medieval dice que él ha encontrado el punto donde el cielo y la tierra se encuentran”













P/d: Dicen los rumores griegos que Platón tomaba la sopa con Cucharón.
P/d 2: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
P/d 3: “Abajo las drogas y el alcohol” Firma: Los del Gran Sótano.
P/d 4: “La verdad esta detrás de la verdad”
P/d 5: “La verdad no puede ser ignorada”
P/d 6: “La verdad es que no ha sido fácil para los dos. Sigo aquí, esperando por ti..”
P/d 7: Platón rima con masón, porrón y morón. Ocultismo
P/d 8: BASTA!

















No hay comentarios:

Publicar un comentario